domingo, 18 de octubre de 2009

La Casa Encendida acoge la exposición "Camuflajes"


La idea del camuflaje ya no puede limitarse al mundo militar. Un total de 33 artistas nos muestran su visión particular sobre este nuevo movimiento artístico que es el protagonista de sus obras. El vídeo, la fotografía y la pintura son los soportes escogidos para tratar el problema global de la identidad con ironía y sentido del humor. La exposición comisariada por Maite Méndez Baiges y Pedro Pizarro finaliza el 1 de noviembre.


La obra del mexicano Manuel Cerda Entre aquí y ahora nos obliga a usar unas gafas rojas y azules para ver el verdadero cuadro que se esconde tras el que encontramos a simple vista y que nos muestra a una mujer desnuda gritando, con una frase pintada en su pecho: Get you colonic shame off my breasts. Buscar al propio artista que se fusiona con las paredes del cuadro tomadas de escenas cotidianas de la vida de China es la labor de Liu Bolin en las dos fotografías que se exponen de él. Un estilo similar lo podemos encontrar en la obra de Laurent La Gamba, que escoge las estanterías de un supermercado y una piscina para mimetizar al modelo con el ambiente. Son algunos de los ejemplos que encontramos en la exposición "Camuflajes", inaugurada el 18 de septiembre en la Casa Encendida y que finaliza el 1 de noviembre.


El objetivo de esta exposición es que los visitantes se cuestionen la realidad. Los comisarios Maite Méndez Baiges y Pedro Pizarro la definen como "una metáfora de lo contemporáneo". Se trata de un nuevo movimiento artístico que llega por primera vez a Madrid con una muestra tan fuerte de 33 artistas renombrados como Leo Fabrizio, Carmen Mariscal especializada en fotografía y amante de la "feminidad" como ella misma dice, el japonés Yasumasa Morimura con sus dos fotografías sobre Vietnam y el asesinato de Oswald, Alfredo Jaar presenta su edificio con ventanas llenas de vídeos, Laura Marte... Se trata de reflexionar a través de todas estas obras sobre la construcción de la identidad, la vigilancia y el control de la sociedad moderna, el simulacro, el disfraz o la máscara, según la descripción aportada por la propia Casa Encendida.


Tradicionalmente el camuflaje se asocia a los uniformes militares, pero esta exposición nos demuestra que no son la única forma de confundirse con el paisaje. Sin embargo, no podemos olvidar los ejemplos artísticos que se limitan al camuflaje militar. Adonis Flores nos muestra un primer plano de un rostro con la lengua fuera pintada con los colores típicos del camuflaje militar. Los españoles José Ramón Amondarain, Juan Luis Moraza y Mateo Maté presentan, respectivamente, dos fotografías con colores propios del camuflaje militar; un vídeo de una habitación camuflada con una pareja que rueda por el suelo, mientras el espectador puede disfrutar del visionado sentado en un sillón tapizado con el uniforme militar de camuflaje y recibe un masaje corporal, y paisajes que plasman la naturaleza, pero diferenciando los colores propios de los diversos ejércitos de cada país.


Formato vídeo


La fotografía es el soporte predominante en esta exposición, pero el vídeo no se ha quedado atrás. Monica Duncan y Lara Odell se han unido para exponer tres vídeos con imágenes fijas donde los personajes se confunden con el paisaje o resaltan sobre el mismo al llevar una prenda de un color llamativo que combina con un sólo elemento del fondo.


Monica Duncan y Lara Odell


Eleanor Andin presenta su vídeo The ballerina and the Bum y al lado encontramos los dos del español Domingo Sánchez Blanco. Emilio Fantin presenta la obra audiovisual Un soir d'eté y Ria Pacquée con Madame going to a Dogston. En la pantalla más grande de toda la exposición se proyectan los vídeos de dos italianos: Cesare Viel con To the lighthouse. Cesare Viel as Virgina Wolf y Ottonella Mocellin con Enduring Love. Y el español Rogelio Lopéz Cuenca con un vídeo que recoge una nuestra de los anuncios que podemos ver en televisión.


Los españoles en el camuflaje


Los diez artistas españoles que exponen en esta muestra son una representación bastante considerable: Ángeles Agrela, Domingo Sánchez Blanco, Carlos Miranda, Joan Fontcuberta, Maider López, Chema Cobo, José Ramón Amondarain, Mateo Maté, Juan Luis Moraza y Rogelio López Cuenca.


Entre ellos podemos destacar la obra de Joan Fontcuberta donde nos muestra sus cinco versiones particulares del El caballero con la mano en el pecho de el Greco. Una mano diferente, otros ojos, una espada moderna...hacen que un cuadro clásico parezca otro totalmente distinto. Maider López prefiere la fotografía a la pintura para destacar a los personajes que visten una prenda de un color semejante al de algún elemento que aparece en la escena captada por su objetivo. Un total de 16 fotografías nos muestran este efecto.


Otros autores destacables


No podemos olvidar a los demás artistas internacionales presentes en esta exposición como las cuatro fotografías de Gina Zacharias donde la modelo viste como el papel que cubre la pared delante de la que posa. La marroquí Lalla Essaydi con sus cuatro fotografías de cuatro mujeres árabes que apenas se diferencian de un fondo claro con letras propias de su idioma. Sonia LaMur y su Atrapada en la red donde se fotografía de forma muy sugerente, como muestra de su estilo particular. Harvey Opgenorth coloca a sus modelos masculinos delante de obras renombradas como un Matisse y los viste de tal forma que parecen parte del cuadro, incluyendo hasta la sombra que el mismo proyecta en la pared donde está colgado.


Lalla Essaydi


Gina Zacharias


Desiree Palmen fusiona a su modelo con una escalera de una calle empinada, hasta el punto de que los propios viandantes no son conscientes de su presencia, según podemos ver en el vídeo explicativo de su obra. Tampoco podemos dejar de mencionar a Cesare Pietroiusti y Leo Fabrizio.


La joya de la corona parece ser Francesca Woodman por el propio tratamiento que se realiza de esta artista por parte de la organización de la exposición. Es la única que tiene un folleto explicativo de su vida y obra. Cuenta con 7 fotografías en blanco y negro en las que posa ella misma. Sus brazos se convierten en ramas de árbol y en otras aparece desnuda con fragmentos del papel de la pared pegados a ella en un intento de unirse a la habitación. Murió a los 22 años de edad, cuando se tiró desde una ventana.


Francesca Woodman


Todas los obras expuestas muestran la preocupación de sus autores ante la posibilidad de la pérdida de la identidad propia de cada individuo. Se trata de una oportunidad única para conocer un nuevo movimiento contemporáneo que no deja indiferente a nadie y nos hace reflexionar, en un sentido u otro, al ver las diferentes visiones que se muestran.



Vídeo Eleanor Antin (inglés)



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