"Mirar y ser visto" de Tiziano a Picasso
La Fundación Mapfre acoge hasta el 20 de diciembre una exposición de retratos procedentes del Museu de Arte de Sao Paulo Assis Chateaubriand con pintores renombrados como Velázquez, Goya, Cézanne o Picasso. El objetivo es demostrar la transformación que han sufrido los retratos a lo largo de las diversas técnicas pictóricas preponderantes en cada momento.
El "Retrato del Duque de Olivares" de Velázquez y "Retrato del Cardenal Cristoforo Madruzzo" de Tiziano son las primeras obras que encuentra el visitante al acceder a la exposición "Mirar y ser visto. De Tiziano a Picasso" que acoge la Fundación Mapfre. Se divide en dos secciones diferenciadas en verde y en azul: retratos de solemnidad y retratos modernos. La finalidad es mostrar cómo el tratamiento de los personajes ha evolucionado a lo largo del tiempo.
En un primer momento, los pintores intentaban sacar lo mejor de sus modelos, hasta el punto de eliminar sus fallos. Es el caso del cuadro que se expone de Van Dyck y los tres de Hals. Este pintor realizó más de treinta parejas de retratos entre los que figuran "El capitán Andries van der Horn" y su esposa "Maria Pietersdochter Olycan". La importancia del detalle aparece en los brillos de las joyas que luce la mujer del capitán y destaca el escudo en el cuadro como muestra del carácter noble del retratado.
"Maria Pietersdochter Olycan" de Hals
"El capitán Andries van der Horn" de Hals
Las cuatro obras de Goya suponen un cambio, porque se empieza a retratar a los personajes tal y como son, sin omitir sus defectos. El propio pintor plasma su simpatía hacia el retratado según la forma de pintarlo. En "Retrato del Cardenal Luis María de Borbón y Vallabriga" el personaje aparece sobre un fondo totalmente nego, mientras que en "Retrato de don Juan Antonio Llorente" el fondo tiene unos colores mucho más cálidos y el modelo aparece con un rostro afable.
Las obras traídas del Museu de Arte de Sao Paulo Assis Chateabriand (MASP) incluyen a otros artistas renombrados como Raeburn, pintor del rey Jorge, Gainsborough, Honoré Fragonard, Simeón Chardin o Dominique Ingres, con "Angélica encadenada", de la que existe otra versión en el Musée d'Orsay.
"Angélica encadenada" de Dominique Ingres
Retratos modernos
La sala pasa al color azul para resaltar el hecho de que vamos a comenzar a ver cómo el artista se involucra en el retrato para mostrar su particular perspectiva. Este cambio no es tan radical en los dos cuadros de Coubert que se exponen de sus dos hermanas. Sin embargo, Camille Corot ya empieza a mostrar una técnica algo diferente y original en "Gitana con mandolina", pero también tiene otras obras en las que continúa con el retrato tradicional, como el de su cuñado.
"Gitana con mandolina" de Camille Corot
La involucración del artista en el cuadro es patente en los tres de Cézanne: "El negro Escipión", "Paul Alexis lee un manuscrito a Zola" y "Madame Cézanne vestida de rojo". La muestra continúa con Renoir, Manet y Modigliani sorprende con "Renée" y sus ojos brillantes en vez de la mirada vacía que suele usar el artista. La obra de Toulouse Lautrec es merecedora de cuatro retratos entre los que se encuentra "El señor Fourcade". Se ha discutido mucho si esta obra estaba finalizada o no y se ha considerado que estaba acabada porque fue expuesta en vida del autor en el Salón des Indépendants en 1889.
Esta fantástica muestra, abierta hasta el 20 de diciembre, tan ilustrativa de las técnicas empleadas en el retrato, finaliza con "Busto de hombre" de Picasso como ejemplo de que un pintor es capaz de plasmar la esencia de una persona sin necesidad de tener que mostrar cada detalle de su físico.
Vídeo sobre Picasso
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