domingo, 29 de noviembre de 2009

“Lágrimas de Eros” I

El Museo Thyssen-Bornemisza y la Fundación Caja Madrid acogen esta exposición basada en el último libro de Georges Bataille sobre la íntima relación entre Eros y Tánatos, la sexualidad y la muerte. Un total de 12 salas repartidas entre ambos organizadores exhiben una amplia muestra de artistas de todas las épocas.

La exposición “Lágrimas de Eros” toma su nombre del último libro escrito por Georges Bataille (Les Larmes d’Éros). Sin embargo, la idea principal se basa en otra obra del mismo autor, “El erotismo”, donde trata la íntima relación entre Eros y Tánatos, la petit mort del orgasmo como anticipación de la muerte, tal y como indica la propia explicación de la exposición. Un total de 12 salas acogen esta temática tratada de diversa forma en cada una de ellas a través de un mito grecorromano o judeo-cristiano diferente.

El Museo Thyssen-Bornemisza comienza la exposición con su primera sala: Nacimiento de Venus. Se trata de la belleza pura e intacta, a pesar de que esta diosa nació del semen de Urano, según la mitología grecorromana. Una escultura de Rodin (página en inglés) sobre “El nacimiento de Venus”, junto a la fotografía de Rineke Dijkstra (página en inglés) de una muchacha con bikini naranja y numerosos cuadros de grandes artistas como William Adolphe Bouguereau con “Bañista” y John Currin con “Honeymoon nude”, entre otros, muestran su visión sobre este mito.

"Homeymoon nude" de John Currin

En Eva y la serpiente se muestra a Eva tentada y tentadora. Artistas como Jan Gossaert y Giuseppe Cades pintan la versión tradicional en la que aparecen Adán y Eva, pero otros autores optan por una visión más moderna que se centra exclusivamente en Eva. Es el caso de la fotografía de la actriz Rachel Weisz enroscada en una serpiente, del artista James White o el cuadro de Franz von Stuck, “El vicio”. Esfinges y sirenas, se basa en la secreta seducción y la amenaza de la muerte en el agua. “Esfinge (Venus)” de Marc Quinn es una impresionante escultura de bronce pintada de blanco en la que se representa a Venus en una postura contorsionista casi imposible. Uno y otro mito son tratados por artistas de la talla de Gustave Moreau con “La esfinge victoriosa”, Elihu Vedder (página en inglés) con “La esfinge de la orilla”, Camille Corot con “La fuente” o la famosa obra “Mujer en las olas” de Gustave Courbet, traída del Metropolitan Museum of Art.

"Sin título" de James White

"Esfinge (Venus)" Marc Quinn

Las dos salas siguientes introducen la temática religiosa relacionada con la idea de toda la exposición. En Tentaciones de san Antonio se presenta la idea del voyeur, ya que este santo tuvo visiones diabólicas durante su retiro, muchas de ellas de carácter sexual. Entre las obras destacan dos aguafuertes de Picasso, “La tentación de san Antonio” de Paul Cézanne y dos obras del pintor español Antonio Saura. El Martirio de san Sebastián ha sido tratado por la exposición como una expresión de la agonía y el éxtasis y se ha convertido en un icono gay. Bernini nos muestra una espectacular escultura de mármol de san Sebastián herido por una flecha. Ribera, Bronzino y Guido Reni, entre otros, también dan su versión particular de este tema.

"San Sebastián" de Bernini

Andrómeda encadenada exhibe el erotismo basado en la dominación y la sumisión representado en la figura de Andrómeda atada a una roca y rescatada por Perseo, según la mitología. “El caballero errante” de Millais plasma el momento en el que Perseo está liberando a Andrómeda. Gustave Doré (página en inglés) opta por representarla atada a la roca a punto de ser devorada por el monstruo en “Andrómeda”. “Las rosas sangrantes” de Dalí también se expone en relación con este mito. Esta sección se completa con obras de otros autores como Rubens o Penrose.

"Andrómeda" de Gustave Doré

La séptima y última sala de la parte de la exposición acogida por el Museo Thyssen es El beso. Se trata la culminación amorosa en la pareja como un bondage o esclavitud mutua. Los amantes quieren fundirse en un solo ser de forma violenta, con la pasión caníbal por devorar al otro o por vampirizarlo, según la propia organización. “El beso” de Warhol toma una imagen de Bela Lugosi (página en inglés) a punto de morder a su víctima. Se exhibe la obra “El vampiro” de Munch que, como ya informamos la semana pasada en esta sección, fue robada en 1988 y recuperada más tarde. También destaca la escultura “Cristo y la Magdalena” de Rodin, Franz von Stuck (página en inglés) está presente en esta sala al igual que en muchas otras de toda la exposición, Max Ernst y el vídeo “Transformarse en luz” de Bill Viola (página en inglés).

La exposición “Lágrimas de Eros” continuará hasta el 31 de enero. El Museo Thyssen-Bornemisza le dedica siete salas centradas en los peligros mortales de Eros, mientras que la Fundación Caja Madrid dispone de cinco salas que se centran en la temática de la muerte. La semana que viene nos centraremos en ellas.

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